En medio de la feligresía emergen rostros visibles que tienen una profunda devoción hacía la patrona de Lagunillas.
Este 28 de octubre de 2024, la Virgen del Rosario del Paraute de Lagunillas arriba a 373 años de su aparición siendo una de las manifestaciones religiosas más importantes en la localidad.
Una tablita con la imagen de la Virgen del Rosario fue encontrada flotando en las serenas aguas del río Paraute de la Costa Oriental del Zulia en 1651 por un indígena de la zona.
Al respecto, Francisco Chávez, cronista del municipio Lagunillas, detalló que desde ese momento fue un hecho milagroso para los devotos.
“De acuerdo con la tradición, la milagrosa aparición se realizó un 28 de octubre de 1651, cuando el madero viajaba sobre las aguas del río Paraute hasta un joven indígena, quien sentado en su palafito alejaba la tablita con sus pies en tres oportunidades, pero luego la recogió colocándola sobre el techo de su bohío”, explica Chávez.
Asimismo, indicó que un cura doctrinero al ver la tablita notó reflejada la imagen divina de la Virgen María, y desde ese entonces fue nombrada Virgen del Rosario del Paraute.
La devoción comienza a expandirse por lo que llamaban la zona de Pueblo Viejo, Lagunillas de Agua, Tasajeras y luego se alojó en el sector Las Morochas de Lagunillas, donde se construye un templo inmenso de madera en su honor para convertirse hoy en día como la Santa Patrona de los lagunillenses.
Según la Iglesia Católica, la Virgen del Rosario del Paraute de Lagunillas es la segunda reliquia más antigua de Venezuela.
Para el padre Nixón Montero, párroco del templo Virgen del Rosario del Paraute de Lagunillas, la devoción mariana ha significado para la localidad unidad y progreso.
“Yo pienso que ha sido parte del desarrollo del municipio Lagunillas”, recalcó.
En estos 373, Montero conminó a la feligresía a mantener la caridad y ayudar al prójimo.
Rostros de una devoción genuina
En medio de la feligresía emergen rostros visibles que tienen una profunda devoción hacía la patrona de Lagunillas.
Una de ellas es Aida Antonia Fuentes de Nava, quien aseguró que desde pequeña le inculcaron amarla y venerarla.
“Mis padres eran devotos de la Virgen del Rosario del Paraute y desde muy pequeña me inculcaron esta devoción”, expresó Fuentes.
“Lo que siento por ella es algo muy grandioso porque la llevo en el corazón, y en mi mente en todo momento”, expresó la señora
Aseguró que la Virgen nunca la ha desamparado, “yo le pedí que esté sana para seguir venerandote, ya que tenía problemas con la presión arterial. Ella me hizo el milagro y aquí estoy acompañándola siempre”.
“La Virgen del Paraute es fe, amor y devoción”: Wilfredo Arnera
Wilfredo Arnera es considerado el carpintero de la Virgen, un calificativo que lo llena de orgullo y sobre todo de una fe desbordada.
“Me he dedicado a fabricar los implementos de madera dentro del templo como mesones, el cofre del santo sepulcro, entre otras cosas en honor a la Virgen del Paraute.
“Desde que tengo uso de razón siempre he sido un devoto de la Virgen, recuerdo que entre los 7 y 8 años mi mamá nos traía al templo de madera que quedaba en la calle plaza de Las Morochas”, rememora.
Wilfredo Arnera, quien actualmente es uno de los Servidores de la María, sostiene que venerar la Virgen del Rosario del Paraute de Lagunillas “es una de las acciones religiosas más bellas del mundo porque he tenido muchas bendiciones de ella”.
“Fui creciendo con esta devoción hacia la Virgen del Rosario del Paraute de Lagunillas”: Elisaúl Rodríguez
Elisaúl Rodríguez Villarroel no sólo es reverente de la Virgen María sino también lleva entre sus hombros una responsabilidad divina: ser su mayordomo, una tarea que heredó de su padre tras su muerte en 1972.
Considera que tiene toda una vida sirviendo a la Virgen del Paraute desde muy pequeño.
“Mi padre como era su mayordomo me enseñó a amarla”, recuerda.
A sus 78 años, Papá LuLo, como también es conocido en el sector Las Morochas, ejerce su labor con mucha entrega siguiendo el ejemplo de su querido padre.
“Mi labor como mayordomo es custodiarla, estar pendiente de la imagen divina y coordinar su traslado a otras comunidades”, expresó.
Por otro lado, Elisaúl Rodríguez fue tocado por el amor divino de la Virgen del Rosario del Paraute de Lagunillas hace cinco años.
Reveló que tanto San Benito y la Virgen del Paraute hicieron que volviera a caminar tras sufrir un accidente laboral.
“Yo me caí de unas escaleras y estando en el piso me cayó una motosierra que me cortó el pie. Llegando al hospital, recuerdo que San Benito y la Virgen del Paraute nunca me desampararon en el trágico momento de mi vida. Hasta el sol de hoy no me duele el pie, gracias a los médicos que iluminaron la Virgen del Paraute y San Benito para lograr mi recuperación”.
Es por ello que la devoción hacia la Virgen del Rosario del Paraute sigue en los corazones de los lagunillenses.
Periodista: Enrique Raúl Vivas Pino
CNP: 15.730