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Super Bowl 2025

Super Bowl 2025: así fue el imponente show de Kendrick Lamar, con Serena Williams y otros invitados

Como es habitual, el evento deportivo presentó un espectáculo musical de medio tiempo

Kendrick Lamar, anoche en el show del entretiempo del Super Bowl

Promediando las diez y media de la noche de la Argentina, el Super Bowl entró en el esperado espectáculo de medio tiempo. Fiel a una tradición que lleva décadas, el descanso deportivo dio pie a un grandilocuente show que acaparó los ojos del mundo. Y en 2025 este recital no fue la excepción: una vez más, el Super Bowl se convirtió en la cuna de una ambiciosa pieza musical.

Como se había adelantado, el principal protagonista del número fue Kendrick Lamarquien durante casi 15 minutos repasó varias de las piezas más populares de su obra. El show comenzó con el campo de juego totalmente a oscuras, mientras el público gritaba el nombre del astro musical. Cuando se prendieron las luces, sobre el césped se distinguían escenarios con distintas formas geométricas. En ese momento apareció Samuel Jackson en la piel de una versión del Tío Sam, y dijo: “Este es el gran juego Americano!”. Cantando en cuclillas sobre el capó de un auto apareció entonces Lamar, que empezó con su hip hop. Del vehículo empezaron a salir entonces decenas de bailarines, vestidos de colores rojo, azul y blanco (formando así la paleta de la bandera de Estados Unidos), quienes ejecutaban una coreografía muy precisa.

El número avanzaba y el músico continuaba con sus rimas, en un atuendo en el que sobresaltaba su campera azul y unos jeans. El número poco a poco iba en ascenso, y más bailarines copaban el escenario. Mientras tanto, el Tío Sam interrumpía el show y le exclamaba al músico: “Señor Lamar, ¿realmente sabés cómo jugar el juego?”. Eso dio paso a una nueva interpretación, acompañada de uno sesenta bailarines en escena.

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Serena Williams dancing to “Not Like Us” at the Super Bowl halftime show was not on our bingo card 📹 : @NFL #kendrick #kendricklamar #fyp #foryoupage #Superbowl #superbowlliv #notlikeus #drake #serenawilliams♬ original sound – CULTED

A medida que las canciones pasaban, los bailarines se distribuían por el campo de juego, y Lamar no dejaba de interpretar sus temas mientras acompañaba la coreografía de movimientos cuidadosamente ejecutados.

Más adelante hizo su aparición un grupo de mujeres que acompañaron a Kendrick desde los coros, mientras en pantalla apareció un nuevo escenario, que ocupaba casi la totalidad del campo de juego. En ese instante sorprendió la presencia de SZA, quien enfundada en un vestido rojo empezó a cantar junto a Lamar. Los dos tomaron la pista, y entonaron una nueva canción.

Finalmente, apareció el Tío Sam de Samuel Jackson una vez más, para exclamar su entusiasmo frente al show y asegurar: “¡De esto hablaba yo!”, y de ese modo darle pie a los minutos finales de un espectáculo musical que culminó con el estadio aplaudiendo la aparición sorpresiva de Serena Williams y de Mustard. De esa forma llegó el cierre de este imponente show que tuvo a Lamar con varios de sus temas más populares, como “Peekaboo”, “Humble”, “DNA” y Squabble Up” entre muchísimos otros.

El incómodo momento que vivió Taylor Swift

Taylor Swift asistió al Super Bowl 2025 en el Caesars Superdome de Nueva Orleans para apoyar a su pareja, Travis Kelce, en la final de la NFL entre los Kansas City Chiefs y Filadelfia Eagles. La artista, acostumbrada a recibir ovaciones en estadios colmados, vivió un inesperado episodio cuando las cámaras la enfocaron. Es que la reacción del público fue muy diferente a la que suele generar: un abucheo masivo retumbó en el recinto, lo que la dejó visiblemente confundida.

Como en otros grandes eventos deportivos, la transmisión televisiva y las pantallas gigantes del estadio mostraron a diversas celebridades presentes en la final de la NFL. Cuando llegó el turno de Taylor Swift, en lugar de recibir aplausos, se encontró con una fuerte silbatina. La imagen de la cantante apareció en la pantalla principal del Caesars Superdome y, de inmediato, los abucheos dominaron el ambiente.

Swift, quien se encontraba acompañada por amigas como Ice Spice, no pudo ocultar su desconcierto. En el instante en que el sonido se hizo ensordecedor, miró a su costado y le preguntó a la rapera: “¿Qué está pasando?”. Su expresión de sorpresa y la reacción de quienes la rodeaban no tardaron en convertirse en tendencia en redes sociales, donde el clip del momento se viralizó rápidamente.

Lo que nos deja el Super Bowl 2025: Philadelphia y su gusto por arruinar tripletes

La era de los Kansas City Chiefs parece haber llegado a su fin, a juzgar por la intrascendencia en la que quedaron atascados los campeones defensores de la NFL. Fue un partido en el que los Eagles impusieron su férrea defensa y su capacidad de bloquear no solo los intentos rivales de avanzar, sino los lances en busca de la posteridad. Y es que, por segunda vez en la historia, han sido la piedra de tranca en la hazaña de los tres tazones en fila.

La magia de Patrick Mahomes quedó completamente eclipsada por la efectividad de Philadelphia en todas sus fases. En lo defensivo, los Eagles erigieron una muralla, comandada en el campo por Josh Sweat y dirigida fuera de él por un impecable Vic Fangio, coordinador defensivo de los Eagles, que no dio opciones a Mahomes, en ruta a la victoria 40-22.

El astro de los Chiefs totalizó 257 yardas con tres pases para touchdown, cifras respetables si no fuera porque la mayor parte de ellas llegó cuando el partido ya estaba decidido a favor de Philadelphia.

Más claro hablan las seis veces que fue tacleado antes de lanzar, más que nunca en su carrera, las tres pérdidas de balón y las dos interceptaciones que sufrió.

La más gráfica de esas interceptaciones se produjo en el segundo cuarto, cuando un error de cálculo de Mahomes en un lanzamiento terminó con el balón en manos de Cooper DeJean, que encontró el camino despejado para recorrer 38 yardas y anotar un touchdown que ponía las acciones 17-0.

De esta forma, DeJean se convertía en el primer jugador que cortaba un pase y marcaba en el Super Bowl el día de su cumpleaños, para más señas el número 22 de un novato seleccionado en la segunda ronda del reclutamiento del año pasado.

“La defensa gana campeonatos. Vimos cómo jugaron hoy. Vimos la diferencia que marcaron en el partido. Nos dieron oportunidades, nos dieron campos cortos. Y (por ellos) somos capaces de hacer lo que hacemos”

En lo ofensivo, los Eagles también estuvieron cerca de la perfección. Su quarterback Jalen Hurts completó 17 de 22 pases, con 221 yardas y dos touchdowns en lanzamientos, y 72 yardas y un touchdown en carrera, para quedarse con la designación del Jugador Más Valioso del partido.  

Tal vez Hurts fue más consciente de los méritos reales que los miembros de la prensa acreditada y los aficionados que le dieron el galardón.

“La defensa gana campeonatos”, aseguró. “Vimos cómo jugaron hoy. Vimos la diferencia que marcaron en el partido. Nos dieron oportunidades, nos dieron campos cortos. Y (por ellos) somos capaces de hacer lo que hacemos”.

Saquon Barkley y su cita con los récords

Saquon Barkley, nombrado la semana pasada Jugador Ofensivo del Año en la NFL, estuvo por debajo de sus números regulares, porque solo sumó 57 yardas en carrera, una cifra modesta luego de estrenarse con los Eagles sumando siete carreras de touchdown de más de 60 yardas durante la temporada regular.

Sin embargo, la cifra le bastó para imponer un récord de carreras en la NFL: 2504 yardas terrestres sumando los playoffs, y liquidar el registro de 2476 yardas de Terrell Davis, vigente desde 1998, cuando Davis ayudó a los Broncos de Denver a coronarse y se convirtió en el primer corredor en ser MVP de un Super Bowl.

Al igual que DeJean, el trofeo Vince Lombardi lo levantaría también para celebrar el día de su cumpleaños, en su caso el número 28, pero el festejo era mucho más trascendente para él, que llegó a los Eagles el año pasado como agente libre, para tener probablemente la mejor temporada de estreno de un jugador con Philadelphia.

En la campaña regular, se quedó a 101 yardas terrestres del récord de la franquicia, las 2105 de Eric Dickerson, y eso porque gozó de un día de descanso en el último partido del calendario.

Los Eagles y su pasión por romper buenas rachas

No era la primera vez que los Eagles negaban a un bicampeón de la NFL el objetivo de convertirse en el primero en sumar tres Super Bowls consecutivos, una hazaña que sigue siendo elusiva no solo para el fútbol americano, sino para todo el deporte profesional estadounidense en general.

Cuando ganaron el primer título de su historia, en 2019, lo hicieron derrotando a los Patriots de Tom Brady, que habían ganado el año anterior y ganarían de nuevo la siguiente temporada, de modo que Philadelphia fue el único obstáculo en los que pudo haber sido el primer triplete del Super Tazón.

La última vez que hubo un tricampeón en alguna de las ligas profesionales de Estados Unidos fue en la NBA de 2002, cuando lo consiguieron los Lakers de Los Ángeles de Kobe Bryant.

En el béisbol no sucede desde que lo hicieron los Yankees de Derek Jeter y Mariano Rivera entre 1998 y 2000, y en el hockey sobre hielo desde los cuatro títulos de los Islanders de Nueva York de 1980 a 1983.

Lo más cerca que ha estado el fútbol americano del tricampeonato fue en el inicio de la era de los Super Bowls, cuando los Green Bay Packers consiguieron los primeros dos, después de ganar el título de la NFL en el formato anterior.

La revancha de Nick Sirianni

El entrenador en jefe de los Philadelphia Eagles había pasado por momentos difíciles a lo largo del recién concluido campeonato de la NFL, el cuarto al frente del equipo. En octubre se burló del público que lo abucheó por la dificultad para ganar a los Cleveland Browns, y tuvo que pedir disculpas por su actitud al día siguiente.

Era probablemente un trato inmerecido para el hombre que tuvo la visión de entregar la titularidad a Jalen Hurts en su primera temporada, y que terminó la campaña con el tercer mejor porcentaje de victorias (.706) de la era moderna.

Lo cierto es que Sirianni terminó saboreando la revancha contra sus detractores, y superando al equipo en el que se formó como estratega, porque trabajó como controlador de calidad ofensiva y luego como técnico de los receptores abiertos de los Chiefs, antes de ser contratado como entrenador de mariscales de campo de los San Diego Chargers en 2013.

El estreno de un campeón australiano

El tacle ofensivo Jordan Mailata hizo historia en la NFL, al convertirse en el primer australiano en jugar y ganar un Super Bowl, luego de una conversión cuya frecuencia ha aumentado en los últimos tiempos: pasar del rugby al fútbol americano.

Mailata, nacido en Sídney y de padres samoanos, ondeó la bandera de los dos países durante su celebración al término del partido, seguramente con sus inicios en mente en su tierra natal, como jugador de la división sub20 de los Rabbitohs.

La primera vez que Mailata jugó fútbol americano fue precisamente con los Eagles, que lo reclutaron y dirigieron su conversión en 2018, un camino que él describió como “un viaje loco”.

Otro australiano, Jess Williams, consiguió en 2014 un anillo del Super Bowl como parte de los Seattle Seahaws, pero lo hizo sin haber jugado todo el año, pues se encontraba aquejado por una grave lesión en una rodilla.  

El Super Bowl fuera del terreno

El Super Bowl 2025 dejó una victoria en la cancha y fuera de ella. En el terreno, la de Hurts, Barkley, DeJean y compañía. En las gradas, la del primer presidente que acude a este partido, en sus 59 años de historia, un Donald Trump ovacionado, mientras Taylor Swift, la artista pop del momento, que se atrevió a criticarlo durante la campaña, enfrentaba un embarazoso abucheo.

Taylor Swift laughed off being booed at the Super Bowl 😅 pic.twitter.com/Zdc5fHKc0A— SportsCenter (@SportsCenter) February 10, 2025

Era la primera derrota de los Chiefs en los 10 partidos que han jugado con Swift en las gradas apoyando a su novio Travis Kelce, y la rechifla, más que un pase de factura por su posición política, se debió a la mayoritaria afluencia de aficionados de Philadelphia, que coreaban a todo pulmón el canto de guerra de ‘Fly, Eagles, fly’ (vuelen, águilas, vuelen).

Un fanático de toda la vida de los Eagles, el actor Bradley Cooper, dio la bienvenida a los campeones de la Conferencia Nacional al Caesars Superdome de Nueva Orleans. Otra estrella de Hollywood, la actriz Anne Hathaway saltaba de alegría en las gradas vestida con el verde de sus Eagles, mientras no muy lejos de ella, el también actor Paul Rudd se halaba los cabellos sufriendo con cada error de sus Chiefs.

El capitán de la selección argentina campeona del mundoLionel Messi, asistió a su primer Super Bowl junto a sus excompañeros del Barcelona y hoy socios en el Inter Miami Luis Suárez, Jordi Alba y Sergio Busquets.

Como de costumbre, el show del medio tiempo, a cargo del rapero Kendrick Lamar, acaparó tanta atención como el momento cumbre del deporte profesional estadounidense, sobre todo porque cuando el gran ganador de los premios Grammy apareció en escena, el partido estaba prematuramente sentenciado.

Por supuesto, el gran ganador de los premios Grammy una semana antes no desaprovechó la ocasión para volver a referirse a su némesis artística y personal, Drake.

Esta vez llevó la rivalidad un paso más allá, porque cuando interpretó su famosa ‘Not like us’ (‘No como nosotros’), el himno de su enemistad particular e incluso el objeto de una demanda por difamación por parte de Drake, lo hizo con una expareja del rapero canadiense, la tenista Serena Williams. Bailando en el escenario, Lamar lanzó su famosa línea: “Tratando de tocar una fibra sensible y probablemente sea la menor”, en clara alusión a las acusaciones de pedofilia contra Drake.

Pero para Lamar no todo fue a pedir de boca. Uno de los 400 artistas que participaron en su presentación mostró una bandera que combinaba los colores de los pabellones de Sudán y Palestina, con las palabras “Sudán” y “Gaza” escritas en ella. El hombre fue detenido por la policía de Nueva Orleans y se espera que enfrente cargos, aunque la empresa Roc Nation -la compañía de entretenimiento que organizó el espectáculo- ha quedado exenta de sospechas.

Los Philadelphia Eagles se coronan campeones de la Super Bowl LIX tras vencer 40-22 a los Kansas City Chiefs, con una destacada actuación de Jalen Hurts fue la gran figura del encuentro, con una actuación destacada, liderando a su equipo con dos touchdowns por pase y uno más en carrera.

La defensa de los Eagles también jugó un papel clave, sometiendo a Patrick Mahomes con una presión constante, logrando varias capturas y forzando errores cruciales que cambiaron el rumbo del partido. Este triunfo supone el segundo título de Super Bowl para Filadelfia, poniendo fin al intento de los Chiefs de lograr un tercer campeonato consecutivo.

Periodista: Enrique Raúl Vivas Pino

CNP: 15.730

Soy Comunicador Social egresado de la UCSAR Mención Comunicación Organizacional