Miguel Zambrano expresa: “Yo te confieso que uno de los aspectos que más valoro cuando voy a comprar un producto o incluso cuando estoy de viaje por mi trabajo y voy a un hotel o un restaurante, es que me atiendan bien”. 

Seguro tú me entiendes, ¡todos hemos sido clientes! 

Pero si te soy sincero, por ejemplo en mi país Venezuela aunque nos caracteriza esa actitud carismática, irónicamente veo cada vez más difícil encontrar esa amabilidad o amor por servir. Capaz en tu zona o en el que país que vives, también los has notado. 

Piénsalo, uno se puede ir de un local por el precio y es válido, existe además mucha oferta, pero cuando a ese producto se le suma que el vendedor te lo explicó a detalles, se nota la calidad, te recomendó un modelo mejor para lo que tu buscas, tiene una sonrisa y es paciente… probablemente lo terminas comprando y si no, te vas con la idea de regresar.

Para mí el servicio es un acto de bondad y si lo entendemos desde lo más consciente, vas a obtener un beneficio. ¿Por qué no servirle a los demás con educación, con generosidad, con mucha disposición, con voluntad y por supuesto, siendo lo más diligente posibles? 

A las empresas que tienen contacto con el público, siempre les recomiendo esto, que también te puede servir a ti: 
 

Conocer lo que ofreces es fundamental. No hay nada más incómodo que pedir ayuda al vendedor y no sepa responder nada en relación al producto o su disponibilidad. No transmite confianza ni seguridad. 
 

Buena disposición y amabilidad. La forma en que escuchas y cómo respondes, marca la diferencia y ¡recuerda que la actitud positiva es contagiosa!
 

La atención al cliente no es solo sobre resolver problemas, sino también sobre construir relaciones. Cada interacción es una oportunidad para conectar genuinamente con tus clientes y fidelizarlos. 
 

Asegúrate de personalizar tu atención para que cada cliente se sienta especial y comprendido.
 

La velocidad de respuesta es crucial. Responder de manera eficiente no solo resuelve problemas, sino que también demuestra tu compromiso con ellos. 

Cuéntame, ¿te ha pasado una experiencia donde dices “no vuelvo más”?

Yo siento que todos de alguna manera somos vendedores, así no estés promocionando quizás un producto o servicio directamente. Pero todos los días usted sale y se vende así mismo, con su actitud, con sus valores y personalidad para lograr un fin. 

A veces la atención al cliente es más un tema de modales, algo tan sencillo que se enseña desde pequeños pero que lamentablemente a veces parece olvidado. Rescatemos esa humanidad, ¡vale la pena mostrar lo mejor de nosotros!

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Periodista: Enrique Raúl Vivas Pino

CNP: 15.730