


Miguel expresó hace días hablaba en mi oficina con un alumno en una mentoría.
Él tiene su empresa familiar y como líder por supuesto tiene a su cargo un equipo de trabajo. Me confesó algo tan interesante, que capaz también te pasa (así no tengas una empresa)
“Miguel, conozco mi trabajo, siento que soy bueno, pero cuando me toca empezar una reunión o hablar con el equipo cosas importantes, siento que quedo mal… no tengo palabras o me falta como fuerza”
¡Analicemos esto juntos!
1- Miedo escénico y es válido, no es lo mismo hablar con tu equipo sobre los planes para carnaval que dar una corrección.
2- Quedarse sin palabras y caer en los famosos “este” “bueno” “o sea”
3- “Falta fuerza” no es más que una voz que no cautiva o seduce. No tiene emoción.
¡Advertencia! La solución no es una nueva voz porque eso es imposible, todos tenemos algo llamado timbre: ese sonido único, grave o agudo, que cuando por ejemplo atiendes una llamada te permite identificar automáticamente quién está hablando.
De hecho, en el año 2016 cuando fui profesor de oratoria del Miss Venezuela, recuerdo claramente que una de las cosas que desde el primer día le dije al presidente de la organización en esa época, fue: “Yo no cambio acentos ni costumbres ni creencias, yo haré que las mujeres sean auténticas, expresen lo que sientan de manera coherente, con buena dicción y hablen desde el corazón”
Y fue todo un éxito, mi orgullo con las respuestas de las participantes fue total.
La oratoria entonces fíjate que no solo se usa para hablar en la tarima como conferencista o como estas misses. Lo usan TODAS las personas como mi alumno y como tú, profesionales que quieren verse como tal cuando hablan con los demás.
- Trabaja tus inflexiones, es decir, son los cambios en la entonación de la voz durante el habla, evitando que suene monótono y aburrido. Por ejemplo, al subir la voz al final de una frase se indica interrogación o relevancia, y al bajarla se indica afirmación.
- Evita hablar rápido, tómate tu tiempo, articula cada palabra con claridad y haz una breve pausa para organizar tus ideas para no caer en muletillas mientras hablas.
- Amplía tu vocabulario a través de la lectura en voz alta para tener más opciones al expresarte, ¡sí funciona!
- Observa y aprende de otros que tienen habilidades en hablar en público, el modelaje sí existe y ayuda a familiarizarte.
- No busques adornar tus discursos, a veces solo hay que decirlo desde el corazón, con tu esencia porque cuando actúas desde lo que no eres, la mente no sabe ni que hacer.
- Usa conectores como: cabe destacar, sin embargo, algo que no podemos dejar de mencionar, otro aspecto de gran importancia… ¡hay muchos! Y ayudan a entrelazar ideas para evitar caer en los silencios incómodos.
El oído es increíblemente sensible a una voz melodiosa, así que cuando escucha a alguien convencido y que fluye con sus palabras, la escucha atentamente, y esto es realmente poderoso, ¡fíjate en los grandes líderes o personas influyentes!
Requiere de práctica, el primer paso es hacerlo un hábito para que poco a poco se vuelva natural. La palabra enamora, seduce, conquista, reconcilia, hiere y hasta puede matar, o sea:
¡Cuidado con lo que dices!
Usa estas herramientas para influir positivamente.
Clase FLASH para una voz atractiva
Periodista: Enrique Raúl Vivas Pino
CNP: 15.730