ESET revela que los cibercriminales tienen preferencias para sus ataques de ransomware basadas, por ejemplo, en el tipo de empresa y los datos que pueden secuestrar de cada una.
En estos últimos años, y con un aumento significativo durante el 2020, el ransomware se convirtió en una de las amenazas más temidas para las organizaciones latinoamericanas. Este tipo de ataques pueden afectar la operaciones diarias y provocar pérdidas económicas, además de ser un riesgo a la seguridad pública y dañar la reputación de la empresa víctima. ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, revela cuáles son los sectores más atacados y por qué.
“El objetivo del ransomware es cifrar los datos de una víctima y exigir el pago de un rescate para liberarlos, lo que tiene un gran impacto y costo asociado más allá del pago de un rescate -algo desaconsejado rotundamente-. Impacta en diversas industrias, sin embargo, más allá de las situaciones que puedan tener cada una de las organizaciones en particular, como robustez de infraestructura o controles de ciberseguridad, existen ciertas industrias naturalmente atractivas para los operadores.”, comenta Martina López Investigadora de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica.