Respuestas a la trivia, Ganadores XVIII edición del Premio de Cuento Julio Garmendia y “San Jorge”, el texto que Ariadna Sánchez le escribió a su padre en uno de nuestros talleres
JUL 17
El diario literario, como género literario, posee unas características propias que lo diferencian de otros géneros. En primer lugar, su estructura fragmentaria y no lineal permite al autor una gran libertad creativa, ya que no está sujeto a las convenciones narrativas tradicionales.
En segundo lugar, la subjetividad y la introspección son elementos esenciales del diario literario. A través de la escritura, el autor se sumerge en su mundo interior, explorando sus emociones, pensamientos y recuerdos. Esta introspección puede dar lugar a reflexiones profundas sobre la vida, la muerte, el amor, la soledad, etc.
En tercer lugar, el diario literario se caracteriza por su inmediatez y autenticidad. El autor escribe en el momento presente, capturando la frescura y la espontaneidad de sus vivencias. Esta inmediatez confiere al diario literario una cercanía con el lector que otros géneros no siempre logran.
El diario literario como herramienta pedagógica
En el ámbito educativo, el diario literario puede utilizarse para fomentar la escritura creativa, la expresión personal y la reflexión crítica.
Al escribir un diario literario, los estudiantes tienen la oportunidad de desarrollar sus habilidades de escritura, experimentar con diferentes estilos y géneros, y explorar su propia voz. Además, el diario literario puede ser un espacio seguro para expresar emociones y pensamientos que de otro modo podrían quedar silenciados.
Aprende con Ricardo Ramírez Requena
Profesor, librero, editor, director de La Poeteca, escritor y una de las personas más influyentes en la literatura venezolana. Estamos hablando de Ricardo Ramírez Requena, un tipo con el que es un lujo ver clases.
Por tercer año consecutivo, Ricardo dictará con nosotros el taller Diario literario, en el que reúne su experiencia como estudioso del género y autor. Hay que recordar que Ricardo es autor de los diarios Constancia de la lluvia. Diario 2013-2014, libro ganador del Premio Anual Transgenérico 2014; y El porvenir, publicado en 2023.
Aunque quisiéramos, no siempre podemos tener a Ricardo en Círculo Amarillo. Así que no pierdas esta oportunidad de ver clases con él. Durante el taller, recibirás teoría, muchas recomendaciones de libros y feedback.
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Diario literario
El diario literario tiene más de doscientos años de historia. Se trata entonces de una tradición, en donde muchos escritores han reflexionado sobre sus vidas y desarrollado un género magnífico. En el siglo XX, alcanzó su más grande apogeo, tanto en Europa, como Estados Unidos y América Latina. Y en Venezuela, los diarios de Alejandro Oliveros y Rafael Castillo Zapata destacan sobremanera.
En este curso se explorará el diario literario, sus particularidades y tendencias, para que cada participante pueda permitirse escribir uno con su vida.
Se tendrá una primera clase introductoria, una segunda clase en donde se discutirán diferentes modelos y diferentes acercamientos al género, para concentrarse en las siguientes dos clases en leer los diarios de quienes están en el curso.
Dictado por Ricardo Ramírez Requena
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O puedes hacer el pago de una vez a cualquiera de las siguientes cuentas:
La inversión es de 60$, que pueden pagarse por transferencia en bolívares; o en dólares por zelle, paypal o zinli. En caso de pagar en dos partes, la primera debe cancelarse antes de iniciar el taller y la segunda antes de llegar a la mitad del mismo. Cuentas bancarias:
- Pago móvil: código: 0102; número de teléfono; 04242421349; número de cédula: 19760825
- Banco Provincial, cuenta corriente número: 01080010240100181600, a nombre de Blanca Hurtado, cédula de identidad número 19760825.
- Banco de Venezuela, cuenta corriente número 01020126850000088352, a nombre de Blanca Hurtado. CI 19760825
- Cuenta de ahorros Banesco, a nombre de Lizandro Bello, número 0134-0035-10-0352158513. CI: 23652949.
- Paypal (por favor, tener presente la comisión de la plataforma): lizandrosamuel11@gmail.com
- Zinli: lisbm1993@gmail.com
- Zelle (a nombre de Edelsyx Cavanaugh): amarillo@gmail.com
En caso de querer inscribirte, puedes hacer la transferencia de una vez y adjuntar por esta vía el comprobante de pago. En lo que la transacción sea verificada, te enviaremos un correo confirmándote que la inscripción se realizó con éxito.
Ojalá puedas participar.
¡Quedamos atentos!
Información general de Diario literario:
- Facilitador: Ricardo Ramírez Requena.
- Fecha de inicio: 6 de agosto.
- Fecha de finalización: 27 de agosto.
- Días: todos los martes comprendidos entre las fechas señaladas.
- Hora de inicio: 6:00 pm (VEN) / 5:00 pm (COL) / 4:00 pm (MEX) / 7:00 pm (ARG / CHL).
- La duración de cada clase es de dos horas.
- Todas las clases serán por Zoom.
Para más información:
Correo:
inscripcionesc.amarillo@gmail.com
Teléfono:
+58 416 822 33 98
- “Carpe diem. Seize the day, boys. Make your lives extraordinary”. Dead Poets Society (1989)
- “Nobody puts Baby in a corner”. Dirty Dancing (1987)
- “I’m the king of the world!”. Titanic (1997)
- “If you build it, he will come”. Field of Dreams (1989)
- “Roads? Where we’re going we don’t need roads”. Back to the Future (1985)
- “To infinity and beyond!”. Toy Story (1995)
- “Hope is a good thing. Maybe even the best of things and good things never die”. Shawshank Redemption (1994)
- “You wasted $150,000 on an education you coulda got for $1.50 in late fees at the public library”. Good Will Hunting (1997)
- “You see, in their last moment people show you who they really are”. The Dark Knight (2008)
- “You mustn’t be afraid to dream a little bigger, darling”. Inception (2010)
- “The only thing standing between you and your goal is the bullshit story you keep telling yourself as to why you can’t achieve it”. Wolf of the Wall Street (2013)
- “At my signal … unleash hell!”. Gladiator (2000)
- “Be YOUR best, despite the odds”. Mulan (1998)
- “Go ahead, make my day”. Sudden Impact (1983)
- “It’s alive! It’s alive!”. Frankenstein (1931)
- “A million dollars isn’t cool. You know what’s cool? A billion dollars”. The Social Network (2010)
- “Love means never having to say you’re sorry”. Love Story (1970)
- “They call it, “Royale with cheese!”. Pulp Fiction (1994)
- “You know what kind of plan never fails? No plan. No plan at all. You know why? Because life cannot be planned”. Parasite (2019)
- “The greatest trick the devil ever pulled was convincing the world he didn’t exist”. The Usual Suspects (1995)
Ganadores XVIII edición Premio de Cuento Julio Garmendia de la Policlínica Metropolitana
El primer lugar al cuento titulado Centauro, de Annya Rivas López
El segundo lugar al relato El chivato, de Andrea Leal González
Y el tercer lugar a El triángulo invisible, de Marco Tulio Ortiz
Mención especial para:
- Cómo pasar desapercibida en un atraco, de Clara Isabel De Lima Castillo
- Mega Apagón, de Juan Rodrigo Urso Arteaga
- Mundo Gris, de Juan José Trejo Tagliaferro
- Payaso ¡Pum-Pum!, de José Efraín Contreras
- Santa María, de Paola Carolina Marín Barrera
San Jorge
Por Ariadna Sánchez
Finalmente, revelé unos rollos fotográficos que tomé con la Pentax viejita que me regalaste. Casi todas quedaron desenfocadas y oscuras, porque aún no me reconcilio con las máquinas analógicas. Pero hay una que sí me quedó bien. Es una foto de un restaurancito en El Jarillo. Y es tan nítida que siento que puedo entrar en el sitio, sentarme en la silla de madera y mimbre, ver por la ventana los capin melaos de las colinas y tomarme un chocolate caliente contigo mientras conversamos sobre trivialidades de la vida.
Hace unos días fue tu santo. San Jorge. El mismo santo que me hacía pensar en la colección de caballeros andantes sobre sus destreros y con lanzas que tenías en tu consultorio. Los ponías a pelear contra mis dragones de juguete y recreabas la icónica escena de las estampitas de San Jorge. Tú me decías que lo admirabas mucho porque no era un santo como cualquier otro. Porque no era un monjecito con túnica que cargaba un libro o al Niño Jesús, ni de esos que ponía una mueca en busca de piedad; sino que era un guerrero, un mártir heroico que vencía al mal personificado. Probablemente te gustaba porque tenía toda la pinta de ser peleón como tú. Un santo peleón y mandón. Parece contradictorio, pero tú eras la evidencia de que se podía ser santo y busca pleitos al mismo tiempo.
San Jorge
por Círculo Amarillo | Jun 15, 2024
Por Ariadna Sánchez
La imagen de portada de San Jorge es de El Confidencial.
Finalmente, revelé unos rollos fotográficos que tomé con la Pentax viejita que me regalaste. Casi todas quedaron desenfocadas y oscuras, porque aún no me reconcilio con las máquinas analógicas. Pero hay una que sí me quedó bien. Es una foto de un restaurancito en El Jarillo. Y es tan nítida que siento que puedo entrar en el sitio, sentarme en la silla de madera y mimbre, ver por la ventana los capin melaos de las colinas y tomarme un chocolate caliente contigo mientras conversamos sobre trivialidades de la vida.
Hace unos días fue tu santo. San Jorge. El mismo santo que me hacía pensar en la colección de caballeros andantes sobre sus destreros y con lanzas que tenías en tu consultorio. Los ponías a pelear contra mis dragones de juguete y recreabas la icónica escena de las estampitas de San Jorge. Tú me decías que lo admirabas mucho porque no era un santo como cualquier otro. Porque no era un monjecito con túnica que cargaba un libro o al Niño Jesús, ni de esos que ponía una mueca en busca de piedad; sino que era un guerrero, un mártir heroico que vencía al mal personificado. Probablemente te gustaba porque tenía toda la pinta de ser peleón como tú. Un santo peleón y mandón. Parece contradictorio, pero tú eras la evidencia de que se podía ser santo y busca pleitos al mismo tiempo.
La figura de San Jorge te gustaba tanto, que recuerdo que para uno de tus cumpleaños agarraste uno de esos caballeros de juguete y lo colocaste sobre la torta. Al caballo se le llenaron las patas de merengue, pero tú te enorgulleciste de la brillante idea de que te cantaran cumpleaños con un caballero andante sobre la torta. Eras bastante creativo con tus ideas de niño, me gustaba que conservaras esa ingenuidad a pesar de tu semblante serio. Esa armadura de San Jorge no te quitaba al niño interior que amaba los carritos de juguete, una Coca Cola bien fría con tu perro caliente, el Flight Simulator de Microsoft y las películas viejas de Pixar.
También puedo entender porqué te cautivaba tanto ese cuadro de Arturo Michelena. Ese que se llama Vuelvan caras. En el que Páez parece el mismísimo San Jorge criollo aplacando a los soldados españoles con sus estrategias llaneras. Me repetiste la historia de la pintura miles de veces, y siempre me encantó oírla. Especialmente cuando comentabas «probablemente Páez no gritó eso de vuelvan caras, sino que usó una palabra más fea» porque me parecía cómico que me protegieras de groserías que eran mi pan de cada día cuando te topabas con un carro comiéndose la flecha mientras manejabas tu Baby Camry.
Todos esos detalles de tu personalidad son como estampitas de San Jorge que te dan en las iglesias. De esas que guardas en no sé dónde y te parecen poco importantes. Pero entonces cuando las quieres buscar para usarlas de marcalibros o para anotar un teléfono, no las consigues, y te frustras. Incluso te sientes triste o nostálgico. Te preguntas qué hiciste con esa estampita de San Jorge que era tan bonita. Te arrepientes de no haberla apreciado cuando la tenías en el bolsillo. Y como no la tienes a mano, sientes que siempre la necesitaste, que no puedes vivir sin ella. Es solo cuando dejas de buscarla que se multiplica en las gavetas de la mesita de noche, en los cajones de la cocina, en los compartimientos de la billetera o debajo de algún mueble. Cuando ocurre ese milagro, te prometes no volver a perderla y guardarla en un lugar seguro.
Esa foto del restaurancito de El Jarillo la atesoro como mi estampita de San Jorge. Me permite poder estar ahí, contándote que hace unos días fue tu santo. Quisiera poder raspar mis brazos con las miguitas de pan sobre los manteles de lino áspero; jugar con el farolito de hojalata en el centro de la mesa; agarrar tu mano y sentir que en cada dedo late tu corazón; y que vuelvo a escuchar tu voz diciendo que admiras a San Jorge porque no es un santo como cualquier otro.
San Jorge fue producida en el taller «Cualquier estilo es bueno, menos el aburrido«, de Lizandro Samuel.
Sin embargo, si tu pasión es la narrativa autobiográfica, si lo que realmente quieres escribir son tus historias más personales, te recomendamos el taller «Perseguir la memoria: cómo escribir ‘tú’ historia».
Periodista: Enrique Raúl Vivas Pino
CNP: 15.730