



Miguel Zambrano pregunta: ¿Así te has sentido esta semana?
Una agenda apretada, entre el trabajo y las tareas del hogar, reuniones, atender llamadas, corriendo de aquí para allá, el tráfico, clientes, no olvidar almorzar…
¿Y cómo hacemos pausa por un momentico para respirar?
A veces está difícil, queremos más horas en el día (o comenzamos a usar las de la noche para agilizar pendientes y según estar más libres al día siguiente)
Esto puede tener muchos factores claramente, pero si te digo que laboralmente hablando hay una solución clara, sencilla, conocida por muchos pero aplicada por pocos.
¡Delegar!
“Miguel, es que siento que lo harán mal y para eso lo termino haciendo yo”
“Miguel si me pongo a explicar, pierdo tiempo”
“Miguel, yo tengo mucha experiencia haciendo esto”
Lo he escuchado muchas veces, de líderes o colaboradores, porque todos desde nuestras áreas necesitamos aprender a soltar y esto no significa, desentenderse de las responsabilidades ¡para nada! quiere decir aprovechar mejor el tiempo y los recursos a nuestro favor.
Lo estratégico… ¿para cuándo? (Prioridades importantes postergadas).
Sabes que hay aspectos importantes que te han pedido desde hace semanas o que tu quisieras atender porque no están marchando bien, ¿pero en qué tiempo piensas en eso? Estando tan full es imposible detenerse en el valioso arte de pensar creativamente en soluciones porque la mente solo piensa en terminar lo básico y necesario.
Te sientes ¡sin aire! (Abundancia de tareas te sofoca).
No sabes por dónde empezar el día (y menos cuándo va a terminar) porque los pendientes se multiplican y el estrés, agotamiento, ansiedad, malestar te quiere ganar. Atención: aquí es fácil caer en la apatía o malhumor.
Vivir en “modo extra”: (Horas de más son tu norma).
Si bien es valiosa la “milla extra”, ese adicional que das por los objetivos y que te hace ver como un gran trabajador, proactivo, colaborador, diligente y todos los aspectos positivos que quieres irradiar. No confundas esto con sacrificarte. Se puede dar el 101% de ti, sin necesidad de vivir en colapso.
Hay talento esperando: (Otros pueden y quieren ayudar).
Hay un gran equipo y lo sabes, ¡por algo están allí! Hay gente que tiene ganas de hacer las tareas bien, hay colaboradores preparados y esperando la oportunidad. Solo necesitan ese voto de confianza. A mi me encanta la premisa: Yo te enseño, luego lo hago y ahora, tú lo haces y yo te veo.
Supervisar es válido y necesario.
Todo se detiene sin ti: (Eres el único que puede avanzar ciertas cosas).
Si Enrique no pudo llegar ese día a la oficina, al evento, a la reunión, responder el mensaje… todo se paraliza, no se sabe que hacer, la tarea quedó para mañana simplemente.
Eso es grave.
Delegar es dar poder y poder optimizar funciones porque cada quien está al tanto de sus roles o tareas, dando el máximo de sí. Puede ser un proceso que cueste y que no ocurra de la noche a la mañana, pero vale la pena ponerlo en practica.
Pero también cuidado con soltar irresponsablemente tareas, el buen líder inspira y enseña. Es decir, si no te gustó el resultado que te entregaron, valida si en verdad las instrucciones llegaron correctamente.
Es impresionante la cantidad de casos como estos en las empresas cuando voy a dictar mis entrenamientos
Ahora cuéntame, ¿te cuesta delegar, lo estás empezando a considerar o ya lo estás haciendo?
Periodista: Enrique Raúl Vivas Pino
CNP: 15.730
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