“Miguel, de verdad no entiendo qué me
pasa, conozco mi trabajo pero al hablarlo
con el equipo siento que no fluyen las palabras”
“Miguel, cada vez que tengo una reunión
en el trabajo donde debo hablar me da muchísimo nervio”
“Miguel, voy a defender un trabajo con
mi jefe y la mente se pone en blanco”
Hablar en público no es solo para speakers,
¿te das cuenta?
Todos en algún momento nos hemos enfrentado al miedo escénico y en el ámbito
laboral no se escapa (aunque poco se hable).
Quiero que hoy te des cuenta que el problema no eres tú porque créeme que en
estos años siendo mentor de comunicación, he escuchado muchos casos y el primer
paso es entender lo que estás sintiendo, no minimizarte.
No se trata de que no eres capaz, que no naciste para eso. El buen orador, sí nace pero
también se hace con preparación y esfuerzo.
Entonces, ¿cómo saber si una reunión, encuentro, exposición o cualquier otra situación
laboral me genera miedo? Fíjate en los siguientes supuestos y espero me cuentes en cuántos respondiste “sí”
Anticipo juicios negativos que harán sobre mí.
Anticipo que no voy a saber qué decir, me voy a quedar
en blanco, voy a titubear y mostrarme de una manera
ridícula.
Mi sensación de inquietud física, es decir, de activación,
va más allá de un cierto nerviosismo, es un grado alto
de ansiedad.
He tenido graves problemas de rendimiento en mi
comunicación a causa de mi miedo.
Evito sistemáticamente hablar delante de mis
compañeros o tener reuniones con ellos por miedo
a que ocurra todo lo anterior.
Obviamente esto no es una ciencia exacta, pero si te identificas con
algunas de estas afirmaciones o con todas ellas probablemente lo
que te ocurre no es indiferencia, sino más bien una situación de
miedo escénico en el trabajo.
¿Cómo superar el miedo escénico?
En realidad la palabra más adecuada no sería librarse: lo más
probable es que siempre conserves algo de tu miedo escénico
porque es una emoción como cualquier otra.
¡Sin esa adrenalina créeme que no sería lo mismo!
Lo que sí es posible es que te ayudes a gerenciar ese miedo:
1-Practica la visualización positiva, es decir, antes del momento,
imagínate en la situación, con cada detalle: exponiendo el tema,
las caras de tus compañeros, los aplausos, la ropa que llevas, la
forma en que te desplazas por el salón… así, te conectará y cuando
lo vivas en lavida real ya todo será familiar.
2-Ejercicios de respiración, aunque parezcan sencillos son una
gran herramienta. Práctica varias veces, inhala y exhala y ves cómo
tu cuerpo empieza a tomar calma.
3-Usa afirmaciones positivas, eres la primera persona que debe
creerse CAPAZ
4-¡Prepárate! Cuando tienes conocimiento, no hay pregunta que
te intimide. Al contrario, te llenas de valor y fluidez.
Recuerda que es mejor hecho que perfecto, así que anímate a
dar el paso, a trabajar en ti, sin pensar en la opinión de los demás.
Estos consejos no son magia sino herramientas que solo serán
posibles si te lo propones.
¡Tú puedes!
Hoy pensaba que muchas veces las personas creen que invertir en oratoria es innecesario porque ellos no serán conferencistas o no están presentándose en numerosos públicos.
Pero…
Te diré una verdad:
Esto no es solo para oradores de alto nivel. Es una herramienta que estoy seguro la has necesitado.
¿Sientes esas mariposas en el estómago cuando te toca hablar delante del equipo o del jefe?
¿Comienzas a temblar en cada exposición?
¿Te quieres esconder cada vez que quieren a alguien para pararse frente a todos y hablar?
Allí está la oratoria. La importancia de tener una voz armoniosa pero sobre todo, de dominar esas emociones, el miedo escénico y proyectar confianza.
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Periodista: Enrique Raúl Vivas Pino
CNP: 15.730