1) Hoy ganó Donald Trump, pero hace un tiempo hice un análisis (en video) sobre su comportamiento, y demuestro que es un hombre inseguro, aquí te lo dejo y espero me comentes qué opinas. (Ver video de Trump)
2) Escribí el artículo “Liderazgo: equilibrio entre carisma y sustancia” donde toco el tema sobre el uso del carisma en el liderazgo y la necesidad de acompañarlo con sustancia. Espero te guste esta lectura (Leer el Artículo).
3) ¿Jugaste con LEGO? … Sabías qué LEGO como empresa estuvo casi en la quiebra, y se salva gracias a un plan desarrollado por un nuevo líder, que lo llamó “Vuelta al Bloque“, en este video te cuento como lo logró (Ver el video de LEGO).
@LEGO se salva de la bancarrota gracias al liderazgo de Jørgen Vig Knudstorp basado en un plan de 3 estrategias, él llamó a este plan “Vuelta al Bloque”.
Este video ayuda a #emprendedores , a empresarios, y a #líderes a entender la importancia de la estrategia llamada “Vuelta a lo básico” para contar una nueva historia como empresa.
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¿Por qué Trump sigue creciendo en las encuestas a pesar un hombre inseguro?
Aquí te cuento cuales son las 2 característica de un ser inseguro con las que cumple Donald Trump. #Liderazgo #donaldtrump #leadership #liderazgoSinSecretos #politics
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Liderazgo: equilibrio entre carisma y sustancia
Cuando eres líder, lo primero que te preguntas es cómo quieres ser recordado. No basta con ser querido o caerle bien a todos: eso puede dar resultado en una campaña política, pero en el mundo organizacional, ser líder va mucho más allá de tener carisma o ser “buena onda.”
El liderazgo es acción, coherencia y resultados tangibles. Hoy más que nunca, los líderes efectivos no se quedan en discursos bonitos o en promesas vacías. Quienes verdaderamente inspiran y logran cambios relevantes en sus equipos y en las organizaciones que dirigen son aquellos que comprenden la responsabilidad que implica guiar a otros.
La clave no está en hacerte ver como un personaje simpático, ni en construir un aura carismática artificial. Claro, el carisma puede abrirte puertas, pero si detrás de ese encanto no hay sustancia, tu liderazgo se volverá frágil, como una fachada que tarde o temprano se desmoronará.
¿Cuántas veces hemos visto líderes que intentan “cautivar” a través de una imagen atractiva, pero luego resulta que no hay resultados concretos ni un propósito sólido detrás? Para ser un líder que verdaderamente impacte, necesitas algo más profundo: compromiso, congruencia y una capacidad constante de aprendizaje.
La potencia de un discurso con propósito
Piensa en el impacto que tienen tus palabras en tu equipo. Un líder no es solo alguien que habla bonito o que se destaca por su retórica, sino alguien que inspira y mueve con sus acciones. Hablar por hablar es desperdiciar el tiempo y la atención de quienes te escuchan.
Hoy, en tiempos de redes sociales, el reto está en hacer que tu discurso resuene porque está respaldado por hechos Reales. Porque los mejores discursos que un líder puede dar no siempre se expresan en palabras, sino en el ejemplo que dan cada día.
Es fácil caer en el juego de las excusas, de echarle la culpa a otros departamentos, a la situación del mercado o a los empleados por no alcanzar los objetivos. Pero eso es el camino más corto hacia la desconexión con tu equipo. Un verdadero líder asume la responsabilidad y se convierte en el motor que impulsa a todos hacia adelante.
La pregunta es: ¿quieres ser el líder que se queja y busca culpables, o aquel que inspira y abre caminos? Si tu discurso se limita a señalar problemas y a buscar excusas, pronto tus seguidores perderán interés y confianza en ti.
El silencio del ego y el poder de escuchar
Silenciar el ego es quizás uno de los desafíos más grandes para cualquier líder, pero es también una de las prácticas más enriquecedoras. Cuando dejas a un lado la necesidad de siempre tener la razón, de imponer tu #visión o de controlar cada detalle, abres espacio para algo mucho más poderoso: escuchar. Escuchar a tu equipo, escuchar sus ideas, sus inquietudes, y hasta sus críticas. Esto no significa que te conviertas en un líder pasivo, sino en uno que se nutre de la diversidad de pensamientos y que toma decisiones informadas y empáticas.
Al practicar la #humildad, muestras a tus colaboradores que estás dispuesto a aprender y crecer junto con ellos. Esta es una cualidad esencial para un líder que se quiere conectar con su equipo de forma #auténtica, porque el poder del liderazgo también está en reconocer que no siempre tienes todas las respuestas, y que el equipo también es parte fundamental de esa ecuación de éxito. Escuchar con una mente abierta y sin prejuicios no solo mejora el ambiente de trabajo, sino que también fomenta un sentido de pertenencia y respeto mutuo.
¿Carisma únicamente?
No malinterpretes el valor del carisma, porque ciertamente, el buen humor y la cercanía pueden ayudarte a ganarte la confianza de tu equipo. Pero si basas todo tu liderazgo en ser la “persona simpática” que hace reír, corres el riesgo de despersonalizarte y perder autoridad. Es como querer ser el payaso del grupo para agradar a todos, pero olvidando que un verdadero líder necesita ser respetado, no solo querido.
Si quieres ser el tipo de líder que impacta positivamente, usa tu carisma de una manera natural y equilibrada. Tal vez tienes un humor contagioso o una personalidad que atrae a los demás, úsalo con inteligencia y moderación. Deja que tu equipo vea la alegría y el balance emocional en ti, pero también deja claro que detrás de la sonrisa hay seriedad, compromiso y un objetivo claro. Un buen ejemplo de esto es un líder que, aunque carismático, es firme y consistente en su enfoque hacia los objetivos de la organización. Así, tu equipo entenderá que la cercanía no es sinónimo de permisividad, y el respeto no es negociable.
Crear un legado de valores y propósito
El verdadero líder se distingue por ser congruente con los valores que promueve. No puedes pedir compromiso, honestidad y responsabilidad si no eres el primero en demostrarlo. Y esto no es solo una cuestión de ética, sino también de efectividad. Los equipos que ven a su líder como un referente congruente y honesto son los que se esfuerzan por seguir su ejemplo, no porque deban hacerlo, sino porque se sienten genuinamente inspirados a hacerlo.
Liderar desde los valores significa también crear un ambiente de trabajo donde cada miembro del equipo pueda desarrollarse y ser su mejor versión. Cuando logras generar ese sentido de propósito y valores compartidos, tus seguidores no solo estarán dispuestos a seguirte, sino que también se convertirán en líderes en sus respectivas áreas. Para lograrlo, el trabajo empieza contigo, siendo un modelo de conducta y, más que eso, siendo un líder que ve a su equipo como una comunidad de personas valiosas, con aspiraciones y capacidades que pueden contribuir al crecimiento colectivo.
Hacia un liderazgo ecléctico y transformador
El liderazgo ecléctico no se limita a un solo estilo o enfoque; es una combinación estratégica de habilidades y actitudes que se adaptan a cada situación y equipo. No todos los días se lidera igual, y no todos los equipos requieren el mismo tipo de guía. Saber cuándo usar el carisma, cuándo hablar con #autoridad, cuándo callar y escuchar, y cuándo delegar es la esencia de este tipo de liderazgo. Se trata de tener la flexibilidad de adaptarte sin perder tu identidad.
Para liderar de forma ecléctica y efectiva, necesitas tener una visión amplia y una sensibilidad aguda hacia las necesidades de tu equipo. Esto implica adaptarte y reinventarte, estar dispuesto a cambiar tu enfoque cuando las circunstancias lo exigen, y a la vez, mantener tus valores y tu propósito en el centro de todo. El #LíderEcléctico es, en última instancia, un guía que aprende constantemente, que no se limita a una fórmula rígida, sino que combina lo mejor de cada estilo y técnica en un enfoque personalizado y auténtico.
El #liderazgo verdadero es una travesía de autodescubrimiento y de desarrollo continuo. No hay atajos ni fórmulas mágicas. Ser un líder ecléctico implica ser un observador constante de ti mismo, de tus acciones y de su impacto. Involucra combinar el arte de hablar con el de hacer, el de escuchar y el de adaptarse a las personas y las circunstancias. Y, sobre todo, te exige ser auténtico y congruente con los principios que profesas.
¿Estás listo para liderar de esta manera? ¿Para crear un impacto profundo, más allá del carisma y la simpatía?
Porque al final, ser un verdadero líder es cuestión de construir un legado significativo que deje huellas duraderas en la vida de las personas y en la cultura de la empresa que lideras.
Periodista: Enrique Raúl Vivas Pino
CNP: 15.730